lunedì 18 ottobre 2010

El buen narrador / Il bravo narratore



Con frecuencia, muchos escritores prefieren no hablar de sus obras, dejando al lector libertad para interpretar el texto, mientras que otros consideran más apropiado hacer hincapié en el sentido de lo que querían escribir, ir a leer sus libros y dejar de esta forma su propia "huella" sonora.
En estas dos posiciones, se añade una tercera: la del lector-narrador que lee e interpreta el libro, dando voz al texto de acuerdo a los cánones específicos. Esta posición tiene una función social muy importante, además que una larga tradición que, el presente proyecto tiene como finalidad de analizarla atentamente.
Un buen narrador es el que pretende hacer vivir el texto que está leyendo, transformando su voz, casi despersonalizándola, en la voz del libro. En este sentido, el escritor Daniel Pennac, pone de relieve la forma en que muchos grandes autores concebían sus obras en la voz de un lector.
Animar un texto de grandes escritores significa difundir el sentido, el sonido, el ritmo, la voz que se escapa de las páginas para entrar en los corazones de la gente. Incluso el semiólogo francés Roland Barthes (1973), enfatiza la importancia de los medios de comunicación extratextuales de cualquier texto escrito, que no puede tener pleno sentido, si antes no es leído e interpretado, por lo tanto conectado con el mundo del lector.
Podemos definir la adaptación del texto escrito al texto oral como una especie de traducción artística, que los estadounidenses llaman el arte del narrarting. Mediante el uso de efectos de sonido, música y sobre todo de una buena recitación, combinada con la relevancia del texto original, se obtiene un instrumento cultural especial, capaz de proporcionar una ayuda eficaz para provocar el pensamiento y la imaginación del oyente; objetivo, entre otras cosas, puesto de relieve en las mismas actividades promocionales del producto por parte de los editoriales.
La competencia literaria nos permite entender cómo un autor quiere que sea leído su texto, y gracias a esta competencia lingüística se llega a la técnica y habilidad que permite descifrar el texto escrito. El "saber leer" será fundamental, porque se corre el riesgo de crear una parodia, una nueva versión del texto, es decir, algo muy diferente a la obra original y a las intenciones de su autor. Se puede inferir que la legitimidad de la lectura está estrechamente relacionada con la forma en que se realiza la lectura misma. Esto nos lleva a delinear las característica del "buen narrador" y considerar la tradición universal del narrador oral. En el caso del audiolibro la adaptación se refiere más que todo al hecho de potenciar el aspecto emotivo a través de las funciones emotiva y conativa del lenguaje.


4 commenti:

  1. En este sentido, la labor del narrador de audiolibros sería parecida a la del crítico literario: te dan una interpretación de la obra (independientemente de que consideren que es "una" interpretación, o "la" interpretación).

    El hecho de que se condicione al "lector" de audiolibros con una interpretación, ¿no afecta en el sentido de que se le "incapacita" para crearse una interpretación propia de la obra en cuestión?

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  2. Estoy de acuerdo con Barthes en la importancia del contexto a la hora de entender un texto. No hay más que ver cómo se han analizado y entendido los clásicos a lo largo de la historia. El momento histórico de su creación, el momento histórico de su lectura y el conocimiento del lector son fundamentales a la hora de interpretar determinados aspectos. Sí, Ulises siempre regresa a Ítaca, pero la interpretación del viaje varía según quién lo lea, dónde lo lea y con qué intenciones lo lea. Si yo voy a leer La Odisea desde una perspectiva postcolonial, es posible que acabe encontrando los rasgos postcoloniales, aunque en la época ni siquiera existiera la noción de colonialismo.

    Por otro lado, creo que la labor del narrador de audiolibros podría asemejarse a la labor del traductor. Del mismo modo que el traductor opta por una u otra expresión (interpretando así la intención del autor), el narrador optará por una u otra entonación.

    ¿Qué ocurre, entonces, cuando estamos ante un audiolibro que proviene de un texto traducido? ¿Qué quedará de la intención original del autor? ¿Cuántos autores tendrá ese texto?

    Enrique, respecto a tu pregunta, es cierto que el "lector" de audiolibros está siendo influido por una interpretación. Sin embargo, creo que no podemos olvidar que todas nuestras interpretaciones están influidas y manipuladas por otros factores no tan evidentes como son el conocimiento literario, el conocimiento del autor, las expectativas creadas en torno al texto, el contexto histórico y social, la edad, el sexo o la experiencia vital de cada persona, por nombrar unas pocas. :-)

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  3. (vaya, casi me quedó tan largo como la entrada de Ceci, my apologies)

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  4. Estoy completamente de acuerdo con la respuesta que ha dado Sara. Se me ocurre añadir que la interpretación depende también del fin que se propone esa lectura, es decir, una parodia, una lectura para niños, para adultos, etc. Imagináos leer el Quijote a un público adulto y luego volverlo hacer para un público infantil...
    Todo cambia, son muchos los factores que influyen a la hora de elegir la interpretación y consiguiente lectura.

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